Guía práctica para los medios
de comunicación
Contenidos
1. ¿Qué es la Esquizofrenia?
2. Síntomas de la Esquizofrenia
3. Causas y evolución de la enfermedad
4. Tratamiento de la esquizofrenia
5. El estigma y la discriminación debidos
a la esquizofrenia
6. Mitos y realidades acerca de la esquizofrenia
7. Los medios de comunicación y el estigma
de la esquizofrenia
8. Algunos errores fáciles de subsanar
¿Qué es la Esquizofrenia?
La esquizofrenia es una psicosis severa y debilitante que provoca
en el enfermo la pérdida de contacto con la realidad, lo
que origina problemas a la hora de distinguir entre lo real y
lo fantástico y dificulta el pensamiento lógico,
el dominio de las emociones y la capacidad para relacionarse con
los demás.
Las personas con esquizofrenia separan sus sentimientos de sus
pensamientos, encontrándose con la dificultad de no poder
integrarlos. Facultades como la memoria inmediata, la voluntad,
la iniciativa y el poder de concentración quedan seriamente
dañadas, lo que provoca la ruptura del rol social del afectado
y de sus relaciones personales.
Síntomas de la Esquizofrenia
La esquizofrenia presenta muchos y variados síntomas.
Sin embargo, ninguno es específico de ella ya que pueden
encontrarse también en otras enfermedades mentales. Por
este motivo, en ocasiones resulta difícil diagnosticar
la enfermedad.
Habitualmente los síntomas se dividen en dos grandes grupos:
síntomas positivos y síntomas negativos aunque esta
calificación no tiene nada que ver con el hecho de que
sean "buenos" o "malos".
Síntomas positivos: Consisten en aquellas cosas que el
paciente hace o experimenta y que las personas sanas no suelen
presentar, como los delirios, las alucinaciones y las conductas
extravagantes.
En las fases agudas de la enfermedad, la excitación de
los sentidos provoca trastornos en el cerebro, por lo que el paciente
ve, oye, huele o siente cosas que no existen.
Síntomas negativos: Consisten en aquellas cosas que el
paciente deja de hacer y que los individuos sanos suelen realizar
cotidianamente como pensar con fluidez y con lógica, experimentar
sentimientos hacia las personas y las cosas o tener voluntar para
emprender tareas cotidianas.
Las personas con esquizofrenia suelen presentar embotamiento
afectivo, pérdida de vitalidad, retraimiento social, pérdida
de vitalidad o pobreza de pensamiento.
Causas y evolución de la enfermedad
Si bien se desconocen las causas intrínsecas de la esquizofrenia,
parece que la interacción de diferentes factores genéticos,
complicaciones en el embarazo y el parto, que pueden afectar al
desarrollo del cerebro y tensiones biológicas y sociales,
influyen en el desarrollo de la enfermedad.
Sin embargo, existen creencias erróneas generalizadas
sobre posibles causas de la esquizofrenia que contribuyen al estigma
de la enfermedad y que, por tanto, merece la pena desterrar:
La drogadicción no causa
esquizofrenia |
Sin embargo, el consumo de estas
sustancias empeora la evolución de la enfermedad y
es posible que la drogadicción precipite el inicio
de la esquizofrenia de aquellas personas que de cualquier
manera hubiesen desarrollado la enfermedad. |
Los padres no son culpables de
la enfermedad |
No se han encontrado evidencias que
demuestren que el entorno familiar o un mal cuidado de los
padres origina la esquizofrenia de sus hijos. |
La esquizofrenia suele aparecer en la adolescencia y evoluciona
de manera muy diversa en el curso de una o dos décadas.
El primer brote esquizofrénico suele presentarse en tres
de cada cuatro casos entre los 17 y los 30 años en el caso
de los hombres y entre los 20 y los 40 años en el de las
mujeres, afectando con la misma frecuencia a ambos sexos y con
independencia de cuál sea su país o cultura.
Estudios con técnicas de neuroimagen han puesto de manifiesto
que no se trata de una enfermedad provocada por alteraciones progresivas.
De hecho, al cabo de muchos años, la enfermedad tiende
a estabilizarse por lo que el pronóstico no es, ni mucho
menos, tan nefasto como se pensaba hace unas décadas.
En general se puede decir que cuanto más tardío
y brusco es el inicio de la enfermedad y cuanto más normal
es el carácter previo del paciente, mejor pronóstico
tendrá la enfermedad, mientras que por el contrario, cuanto
más temprano y lento sea y más retraída y
rara sea su forma de ser, peor será el pronóstico.
Tratamiento de la esquizofrenia
Las perspectivas de las personas con esquizofrenia han mejorado
notablemente gracias al desarrollo de nuevos medicamentos, denominados
antipsicóticos de segunda generación. El tratamiento
mejora el pronóstico a largo plazo, por lo que muchas personas
se recuperan de la esquizofrenia si reciben un tratamiento eficaz
y adecuado al comienzo del trastorno.
Los antipsicóticos de segunda generación actúan
con rapidez sobre un mayor número de síntomas que
los antipsicóticos tradicionales y reducen notablemente
los llamados efectos extrapiramidales con niveles mejorados de
eficacia y seguridad.
Casi el 80% de los pacientes con esquizofrenia sufre recaídas
en los primeros 5 años de tratamiento, motivadas en gran
parte por el abandono de la medicación. Estas personas
no tienen conciencia de su enfermedad, por lo que el incumplimiento
terapéutico es un problema añadido. Los nuevos antipsicóticos
atípicos son mejor tolerados por el paciente, lo que disminuye
el riesgo de abandono, previene recaídas y ayuda a reducir
costes sanitarios.
El estigma y la discriminación debidos
a la esquizofrenia
El público general e, incluso, los profesionales sanitarios
tiene una imagen estereotipada de las personas con esquizofrenia,
basada en conceptos erróneos cómo "nadie se
recupera de la esquizofrenia" o "las personas con esquizofrenia
contagian a otras su locura".
El término "estigma" o "estigmatización"
asociado a la esquizofrenia implica que, a menudo, se asocian
a las personas que sufren la enfermedad características
o comportamientos que despiertan prejuicios contra ellas, actitudes
negativas aunque no se conozca a la persona o no se haya comprobado
si estas características o comportamientos son reales.
La consecuencia última del estigma de la esquizofrenia
es la discriminación social no sólo de quienes padecen
la enfermedad sino también de su entorno más cercano
(familiares y amigos), así como a los profesionales sanitarios
que ayudan a estos enfermos.
El sentimiento de vergüenza que provoca el estigma dificulta
además el diagnóstico precoz y el tratamiento continuado.
Mitos y realidades acerca de la esquizofrenia
Las personas con esquizofrenia
pueden ser empleadas |
Muchas personas, especialmente las
familias y los propios pacientes, creen que la esquizofrenia
incapacita a los enfermos para el trabajo. Sin embargo, las
personas con esquizofrenia pueden trabajar dentro y fuera
de casa, incluso aunque tengan síntomas. El trabajo
ayuda a las personas con esquizofrenia a recuperarse porque
aumenta la autoestima, establece nuevas relaciones e interacciones
sociales e integra al enfermo en la sociedad. El empleo más
adecuado es aquel que no produzca estrés. |
Las personas con esquizofrenia
pueden casarse |
La mayor parte de los familiares
de las personas con esquizofrenia piensa que estos pacientes
no pueden casarse ni tener relaciones de noviazgo. Sin embargo,
los médicos no observan ningún obstáculo
para que los enfermos de esquizofrenia puedan tener este tipo
de relaciones sociales y afectivas. |
Las personas con esquizofrenia
pueden tener hijos |
Existe la creencia generalizada entre
quienes padecen la enfermedad y sus familiares más
allegados de que las personas con esquizofrenia no pueden
tener hijos. Al contrario de lo que sucedía con los
antipsicóticos tradicionales, los nuevos tratamientos
no inhiben la función sexual del paciente. |
Los medios de comunicación y el estigma
de la esquizofrenia
Una cobertura mediática rigurosa y objetiva es una de
las mejores herramientas para combatir el estigma de la esquizofrenia
ya que, para la mayoría de la sociedad, los medios de comunicación
son la principal fuente de información acerca de temas
relacionados con la salud.
Cuando mejora el conocimiento de la esquizofrenia, sus síntomas
y los tratamientos disponibles, disminuye el estigma. Además,
este tipo de informaciones contribuyen enormemente al diagnóstico
temprano de la enfermedad, ya que quienes están preocupados
por estar experimentando los primeros síntomas -u observándolos
en alguien cercano- conocen a través de los medios que
existen tratamientos y cómo los profesionales de la salud
mental pueden ayudarles.
Sin embargo, los medios también pueden perpetuar al estigma.
Del mismo modo que es posible combatir los estereotipos a través
de los medios, también es posible reforzarlos mediante
el uso incorrecto del lenguaje o la transmisión de conceptos
erróneos.
Algunos errores fáciles de subsanar
Calificar a un enfermo de esquizofrenia
como "loco" o definir la esquizofrenia como "locura" |
Por el contrario, los conceptos de
"enfermedad mental" y "enfermo/a mental"
ayudan a comprender que existen tratamientos para la esquizofrenia
y a erradicar el mito de que los enfermos de esquizofrenia
son discapacitados psíquicos. |
El uso de expresiones como "un
esquizofrénico" o "una chica esquizofrénica" |
Las personas con esquizofrenia son,
simplemente, personas con esquizofrenia. Su enfermedad no
debería ser el único calificativo que las describa.
El efecto es similar a si decimos "un tuberculoso". |
Asociar la esquizofrenia a comportamientos
violentos |
La gran mayoría de las personas
con una enfermedad mental no cometen nunca actos violentos
y, en general, no son más peligrosas que los individuos
sanos de la misma población.
La mayoría de las infracciones cometidas por personas
que padecen esquizofrenia son delitos menores contra la propiedad,
relacionadas con la supervivencia. En realidad, son más
propensas a ser víctimas que autores del abuso o la
violencia, como todavía creen muchas personas. |
Identificar a las personas con
esquizofrenia como discapacitados psíquicos |
La esquizofrenia es muy distinta
al retraso mental, que se identifica generalmente al principio
de la niñez. La esquizofrenia, sin embargo, empieza
en la adolescencia o al principio de la edad adulta. |
Utilizar el adjetivo "esquizofrénico"
para describir cosas o situaciones |
Expresiones como "los presupuestos
de este año son esquizofrénicos" trivializan
la enfermedad y le otorgan connotaciones peyorativas, ya que
la asocian con aspectos como el desequilibrio extremo o la
inestabilidad. |
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